Pues la idea inicial de hacer una ruta en bici comenzando en Bellinzona se fue al carajo porque el día amaneció nublado, con lluvia y frio, desde luego no invitaba a salir pero ... decidimos salir aunque fuera con paraguas a visitar el vecino pueblo de Bellinzona, famoso por sus tres castillos medievales. No me sé bien la historia pero creo que están en tan buen estado porque los construyeron supuestamente en plan preventivo para defender la ciudad de un posible ataque... ataque que nunca llegó. El primer castillo parecía tener dos posibles puntos de acceso así que fuimos a la parte de la muralla que teníamos más cercana y nos encontramos una extraña puerta que nos dió acceso. Teníamos nuestras dudas de si dicha puerta estaría siempre abierta o quizás la encontramos hoy así por casualidad. No preguntamos y seguimos subiendo hacia la parte principal del castillo donde se veían dos torres. Como digo el estado de conservación es impecable y realmente merece la pena una visita. Desde la torre blanca se tenían buenas vistas de la ciudad. Luego paseamos por el casco antiguo de la ciudad visitando plazas y edificios pintorescos (aquí se estila mucho lo de tener las paredes y ventanas decoradas con dibujos renacentistas). Por supuesto no podían faltar iglesias y palacios de estilo medieval.
Luego decidimos ir al castillo más pequeño y más elevado, pues el intermedio era muy parecido al primero. Las vistas desde la pequeña fortaleza eran todavía más panorámicas y lo que más impresiona es que están construídos sobre roca. Me recordaba bastante al castillo de Edimburgo.
Así que aunque por ser domingo estuviera todo cerrado, a nosotros nos ha gustado bastante la visita.
Algunas fotos aqui
no teníamos pensado comer en Bellinzona pero vimos el cartel de un restaurante chino y nos decidimos a probar (dado el escaso número de restaurantes chinos que hay en suiza),... El sitio cerraba a las 14:30 y nosotros nos plantamos a las 13:30. La china nos recibe con una cara de mala ostia, como diciendo, "venis a dar por saco a estas horas o que?". Total como buena china, el dinero puede y al final acepta que comamos pero rapidito. El menu no tiene muchas opciones vegetarianas así que pedimos las dos cosas unicas q se pueden pedir. No hay nadie más en el restaurante, sólo la china, el marido y la niña. La decoración y el lugar parece de los años 50 (me recuerda a las pelis del famoso director chino Wong Kar Wai), digamos q cutre... más cutre la comida y encima cara, pero bueno tenemos hambre y queríamos probar... le pregunto en chino q de donde son, para intentar relajar el ambiente... me responde que de Hong Kong y se larga. A las 14:10 estamos pagando y saliendo por la puerta XD
ResponderEliminar