No sé si debería cerrar este blog puesto que es una etapa de nuestra vida que ya ha terminado y no sé si tiene sentido volver atrás. Pero... igual hay reflexiones que se pueden compartir y lecciones que sólo son visibles con el paso del tiempo. Así que me he decidido a compartir hoy un pensamiento que forma parte de esta nueva realidad y ese nuevo yo que me he visto forzada a construir con el regreso...
Ya imaginaba que el regreso a tu lugar de origen no significaba en absoluto que todo volvería a ser como antes.... es algo totalmente absurdo si partimos de que la ciudad ha cambiado, las personas, incluída yo, han cambiado,... las prioridades son otras y me atrevería a decir que los sentimientos han evolucionado también en una dirección diferente. Cada cambio de residencia, sea a la ida o a la vuelta, supone un desgarro emocional, supone romper... bueno me gusta más decir "cambiar" tus relaciones con tus amig@s de cada día, a sabiendas de que muchos de ellos y ellas, no van a llevar bien ese cambio.