Todos los que han estado fuera de su país y han vuelto después de varios o muchos años dicen lo mismo, que al principio se pasa mal. Y están en lo cierto. Sentirte como un alien en tu propia tierra, te hace paradójicamente sentirte más unido a extranjeros o gente que no encaja en el patrón de lo cotidiano y habitual. Desde el punto de vista psicológico, es duro también darte cuenta de que no puedes volver a todo lo que dejaste cuando te fuiste. Yo ya lo sabía pero aún así la sensación de soledad es abrumadora. Toca construir nueva red social, nuevas rutinas y aprender las nuevas normas de la ciudad, que no es la misma que dejaste sino otra. Cada día redescubro un rincón nuevo, veo como una espectadora a las personas que pasan por la calle y siempre está esa línea invisible que separa el "yo" de "ellos". Escucho voces, acentos, historias que no he vivido... a veces veo reflejos del pasado que intentan anclarme un poco a este nuevo presente. Me siento rara, como esa…
El proceso de la vuelta requiere muchos desafíos a nivel psicológico y ahora que lo estoy viviendo en primera persona, me gustaría compartir con vosotros algunas de las fases que estoy descubriendo.
La primera fase es la euforia. Después de digerir un poco la noticia y seguir sin creértelo, se siente como una especie de subidón de energía. El haber conseguido algo después de tanto esfuerzo nos produce esa alegría o satisfacción personal. Esta euforia también puede provocar un poco de vértigo.
La segunda fase ha sido la negación. Hay personas q sienten esta fase más tarde, pero en mi caso incluso antes de regresar he podido sentir durante algunas semanas un sentimiento casi de rechazo a la vuelta. ¿Voy a encajar de verdad en esa nueva realidad? El sentimiento de no pertenecer, de ser ahora un alien a tantas cosas que antes veíamos normal. Te sientes de repente incomprendida y sóla.
La tercera fase es la tristeza. Dejar atrás todo lo construído aquí, sin todavía tener claro si lo que …
La primera fase es la euforia. Después de digerir un poco la noticia y seguir sin creértelo, se siente como una especie de subidón de energía. El haber conseguido algo después de tanto esfuerzo nos produce esa alegría o satisfacción personal. Esta euforia también puede provocar un poco de vértigo.
La segunda fase ha sido la negación. Hay personas q sienten esta fase más tarde, pero en mi caso incluso antes de regresar he podido sentir durante algunas semanas un sentimiento casi de rechazo a la vuelta. ¿Voy a encajar de verdad en esa nueva realidad? El sentimiento de no pertenecer, de ser ahora un alien a tantas cosas que antes veíamos normal. Te sientes de repente incomprendida y sóla.
La tercera fase es la tristeza. Dejar atrás todo lo construído aquí, sin todavía tener claro si lo que …