lunes, 23 de agosto de 2010

Siamo Italioti (2/3)

Pues el día de mi cumpleaños comenzó en Bolzano y acabó en Vicenza. Primero fuimos a hacer una medio-rutilla senderista cerca de un castillo con nombre de bebida alcohólica (Roncolo) y luego subimos en un funivia a 1300 y pico metros creo para visitar unas curiosas formaciones geológicas (ya veréis las fotos), una especie de pirámides de tierra con una roca en lo alto. Ya vimos algo parecido en Navarra, aunque las de Bolzano son más espectaculares. Su formación se debe a la erosión a lo largo de los años de estratos de tierra que hace cientos, miles de años eran parte de un glaciar, estos estratos contienen arcilla o tierra más blanda fácilmente erosionable con piedras más duras que se quedan sostenidas poco a poco en el aire por la tierra q va quedando debajo de ellas. El pueblo que estaba en lo alto de la montaña era como no de lo más tirolés que te pueden echar a la cara, incluso habia una banda de música de tíos disfrazados con el traje típico y tocando música tirolesa. A. sacó un video que tuvimos luego que borrar por falta de memoria en la tarjeta de la cámara (si ya lo sé, vaya par de ingenieros que no llevaron una tarjeta de repuesto). El tiempo durante todo el rato soleado y caluroso, me tuve que cambiar y ponerme unos pantalones cortos. Llegó el momento de decir tschüss a Bolzano después de comer, pero antes fuimos a ver un sitio que nos recomendaron el día anterior esta pareja, el lago de Carezza q estaba a 15-20min aprox. en coche. Allá que vamos por la carretera de montaña y el tiempo comienza a cambiar, se va nublando cada vez más, también sopla viento frío, pasamos un par de pueblecitos con encanto más de un paisaje suizo o alemán que italiano y por fin llegamos al rincón mágico del lago. Eso si hace un frío del carajo y me vuelvo a poner pantalones largos. El sitio está petado de turistas a pesar de la lluvia fina que ha comenzado a caer. Nos ponemos chaqueta pero seguimos teniendo frío, así que simplemente damos una vuelta al bello lago, leemos las leyendas que han escrito del lugar, sacamos tropecientas fotos, con Sol hubieran sido tropecientas mil, y nos marchamos rumbo al Sur. Llegamos a Vicenza anocheciendo y buscando un supuesto hostal que al final resultó ser un albergue juvenil, donde el tío de la recepción hablaba español porque nos dijo que en esa región de Italia tenían un dialecto que era parecido al catalán. El tío tenía mucho palike, de hecho llegaron otra pareja de españoles de Mallorca y habría otra valenciana en el hostal con los que se tiraba hablando un buen rato. Con los otros españoles hablamos en la cena y en el desayuno, los tres pero la pareja por un lado y la valenciana por otro, estaban viajando por Europa con interrail. Su experiencia buena aunque a veces lo habían pasado mal con el tema de encontrar alojamiento, o los horarios de trenes y al parecer hay que pagar para cruzar algunos países o por usar determinados trenes, q no se dice en la guía interrail. Aún así ambos admiten que es una forma barata de viajar aunque cansa mucho andar todo el rato de un sitio a otro y viendo las cosas deprisa. A. y yo nos comemos la mini tarta de tiramisú y a la piltra que al día siguiente hay que salir dirección Udine para buscar alojamiento para la noche del concierto. No tenemos tiempo de visitar nada en Vicenza aunque el gordito de recepción (bueno la verdad sea dicha estaba bastante orondo el hombre, imagino de andar todo el día sentado y no hacer nada de deporte) nos dice que si hay cosas bonitas y monumentales que ver. El Sol pega fuerte de nuevo y en la oficina de información turística de Udine nos tratan de lujo. Casi todos los hostales baratos están llenos, pensamos en la idea de un camping pero está bastante lejos para tirar después del concierto. Finalmente la mujer llama a un sitio que no había actualizado información en internet y tiene habitación doble libre por 60 euros la noche (precio especial porque normalmente vale 70€). Allá que vamos sin muchas expectativas pero al menos un techo donde dormir y nos encontramos una habitación chulísima con un amplio baño, sin duda la mejor estancia de todo el viaje. En la habitación de enfrente hay unos franceses o austriacos (ahora tengo dudas del idioma q hablaban) con camisetas heavys también. A. se cambia y salimos a pasear por la ciudad, vemos más heavilones por las calles, aunque nos dicen que no hay tanto como cuando fue el concierto de AC/DC. Muchos monumentos de estilo veneciano, comemos en una pasticceria donde tb servían comida y decidimos ir a un supermercado para prepararnos bocatas para la noche. Por el camino en coche me pareció ver un par de ellos en una de las carreteras principales... allá q nos ponemos a andar y a andar, ... nada..., preguntamos a una y nos dice que sí que hay uno cerca en tal dirección, apuntando con el brazo. Nos damos por satisfechos y seguimos andando... el camino lleno de chalets y escampados no nos da confianza (y si la tía se ha equivocado, nos ha mentido, o nos hemos equivocado..?), A. ya está medio mosca porque se nos está haciendo tarde y quiere llegar a las 19h al concierto para ver las tiendas de camisetas (los teloneros comienzan a las 19:45h). Finalmente encontramos después de la ruta urbana senderista el escondido super, y regresamos. Llegamos al sitio del concierto a las 19:35h aprox. Buscar aparcamiento se vuelve una odisea, todo está petado, incluso los espacios reservados para el concierto. Allá que vemos una P de parking en una parte con plazas y un tío con melenas y un chaleco chillón que va para allá corriendo y diciendo a los coches que esperen un momento. Se coloca en la entrada y vemos que el coche de delante le está pagando algo, el tío dice que los tickets valen para una birra. Hay que pagar uno por persona y cada uno vale 3€. Pagamos dos tickets y el tío sigue cobrando. En un concierto es lo normal que se paga por un vaso de birra así que bueno, no lo ibamos a hacer pero ya q es "obligatorio" pues nos tomaremos dos birras en el concierto. Entramos y el sitio está hasta las trancas ya de gente porque los teloneros (Laberynth) han comenzado a tocar. ¿antes de tiempo? deducimos que sí, porque acaba la actuación escasos 20 min más tarde, tiempo que nos dedicamos a ir a las tiendas a ver camisetas y otro merchandising de Maiden (todas super mega caras). A. se lamenta de habernos perdido la actuación porque sonaban bien, asi que decidimos ir a por la birra antes de que empiece Maiden pq luego será imposible. Llegamos a los stands de Heineken y para nuestra sorpresa nos dicen que los tickets no valen, acompañado de una cara como diciendo qué me estás contado chaval. Nuestra cara es aún peor porque empezamos a pensar que nos han timado. Probamos en los otros dos stands y nos devuelven la misma cara de, pobrecillos que los han timado pero me importa una mierda. Mi nivel de encabronamiento aumenta por momentos, más frustación por ser tan pardillos de ni haber pensado que el tío ese podía ser un cualquiera que se ha imprimido los tickets en casa (porque no tenía maquinita ni nada) y estaba ahí sacandose una buena pasta a costa de unos ingenuos hevilones. Pensamos como último recurso si pudiera ser que el sitio donde daban la cerveza con el ticket estuviera fuera del recinto del concierto. Eso sí, si nos han timado pero no nos vamos a callar, así q buscamos a uno de los muchos policías que vigilan por dentro y le contamos la historia. El tío nos escucha con atención y nos pide si se puede quedar con uno de los tickets (supongo que como prueba del delito) y le decimos que sí. Luego mi desconfianza me haría pensar si el tío igual nos lo pidió porque sabía donde era el sitio de las cervezas y quería tomarse una birra gratis a nuestra salud. Lo siento pero la picaresca italiana es parecida a la española, así que mis pensamientos están justificados. En cualquier caso decidimos pasar del tema pues si nos han timado ya poco hay que hacer porque va a comenzar la actuación y no hay tiempo de salir fuera y darle una paliza al que nos vendió los tickets. Disfrutamos de Iron Maiden, cantando, saltando, chillando y aguantando algún que otro empujón, porque poco a poco conseguimos acercarnos un poquito más al escenario. Eso sí, había mucho hevilón alto y la verdad que la mitad del concierto lo escuché pero no lo ví, salvo los momentos que A. me aupaba en brazos y tenía unas vistas de preferencia jejeje. Acaba el concierto, salimos fuera y buscamos al poli con el que hablamos. Volvemos a insistir en el timo y yo estoy dispuesta a poner denuncia al día siguiente para que no vuelva a suceder lo mismo en otro concierto. Nos habla de una comisaria en Udine y hace poco más. De vuelta al parking hay en la calle tropecientos puestos de camisetas (no oficiales claro) a precios más baratos... veo una de chica q me gusta y la compramos. Pasamos por una especie de bar con mesas y una barra preparada para recibir a los heavies que quieren continuar la fiesta... tienen a AC/DC a toda pastilla y siguen poniendo repertorio musical atrayente. Decidimos preguntar por el ticket del timo para quedarnos ya tranquilos de si valía o no. La tía nos dice que si, que es ahí donde canjearlo. Entonces nos reímos y le explicamos la historia del timo y el policía. Ella entonces nos contesta que nos falta un ticket, el que se ha quedado el policía, asentimos y nos da dos cervezas. Qué apañá y un poco más y los denunciamos! XD Nos sentamos y al mirar mi camiseta descubro un mini-boquete así que de vuelta al puesto para descambiarla por otra, cuando llegamos no quedan más así que al final es A. quien se lleva una camiseta del concierto. Volvemos al sitio de las cervezas y A. se hace una foto con cuatro fornidos austriacos (q no hablan ni papa de inglés) que llevan su misma camiseta. Así que historia con final felíz después de todo.

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