domingo, 13 de noviembre de 2011

Nueva exploración ciclista

Esta vez he tirado hacia el Sur, en dirección Thun, siguiendo a veces el curso del río Aare. En total habrán sido unos 30km, 15 ida y 15 vuelta, no he querido hacer más, primero porque salí un poco tarde y segundo porque el día estaba gris y frío, 4 graditos y 93% de humedad. Así que allá que fuimos a explorar las tierras sureñas mi bici y yo, al principio se me caían las lágrimas y los moquillos del frío, pero después de 20 minutos ya estaba mejor. Algunas cuestas de vez en cuando, pero en general bastante plano. Lo que más me ha gustado ha sido el paisaje campestre, en apenas 25 minutos ya estaba contemplando la campiña verde con vacas, ovejas, .... llamas, sí yo puse esa misma cara cuando las ví, pero me encantaron... Pasé también por varias granjas típicas donde el típico entretenimiento de los pocos locales que se atrevían a asomar sus narices (a pesar del peligro de congelación jajaja) fuera de sus casas, era salir a pasear al perro, o a pasear a los niños... También atravesé varios campos de cultivos, donde a los lados del camino había acumulados unos extraños tubérculos gigantes que no logré adivinar qué eran exactamente (nabos?) y luego pasé por otra parte donde había restos de algunas lechugas, calabazas e hinojos... pero la apariencia era de una cosecha no terminada de recolectar o de los restos después de haberla hecho... a mí me pareció muy raro y esa vocecita dentro de la cabeza empezó a decirme "pobre verdura que se va a quedar ahí abandonada en la tierra pq ya no la quieren y se va a echar a perder... podría salvar a un hinojo, un par de lechugas o una calabaza..." pero la idea de verdura gratis la acabé desechando, no se veía a nadie en los alrededores pero según las leyes de Murphy basta q pongas una mano sobre una calabaza para que salga el pueblerino con un garrote gigante en la mano y un perraco aún más gigante de los que tardan 5 segundos en ladrar "guau" llamado "dentelladas", o "dentelláaa" abriendo mucho la a (al estilo del dialecto bernés jajaja--> este chiste lo va a pillar poca gente). Para compensar estos pensamientos en el camino de vuelta paré en uno de los pueblos y compartí esa confianza en el prójimo que todavía tiene la gente sencilla. Había un puesto de verduras donde cada cosa tenía su precio, no hay dependiente, sólo una caja tipo hucha donde debes depositar el dinero de lo que quieras comprar antes de llevártelo. Este sistema se basa en la creencia de que el otro no te va a timar, ni se va a llevar tu mercancia gratis. Así que cogí un par de remolachas ecológicas y puse 10 céntimos más del precio marcado. Cuando las pruebe veremos si no me han timado jajaja Por último comentar que el aeropuerto de Berna es sorprendentemente pequeño! no puedo creer que sea el aeropuerto de la capital de Suiza!

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